“Me gustaría tener a tantos jugadores… No pienso dar nombres. Pero, por supuesto, hago una excepción por un sueño: Leo Messi”, manifestó Andrea Agnelli, dueño de la Juventus y admirador del astro que porta la camiseta número 10 del Barcelona.

Como tantos clubes del mundo, la Vecchia Signora estaría encantada de poder contar con los servicios del argentino, pero a diferencia de otros, el equipo turinés mantiene su interés en Leo desde que lo vio brillar por primera vez en el Camp Nou, en la Copa Joan Gamper del 2005, cuando el éxito todavía no empapaba al rosarino.

En aquel encuentro, Rijkaard le dio la chance a Messi de mostrarse y la explotó con creces, siendo el líder del equipo y llevándose los aplausos de todo el Camp Nou. Aquella noche enamoró a Fabio Capello, por entonces entrenador de la Juve, y le pegó un baile a dos pesos pesados como Vieira -incluso fue amonestado por pegarle a La Pulga- y Cannavaro, quien no sufriría por primera vez las gambetas de Messi.

Leo no llegó a terminar ese partido, que luego el Barça perdió por penales, ya que Rijkaard había optado por cambiarlo por Giuly. Pero el tiempo que estuvo en cancha fue suficiente para que Capello le echara el ojo e intentará llevárselo al Calcio, cuando su explosión todavía no había llegado.

No es la primera vez que la Juventus anhela contar con él, pero la respuesta es la misma que para el Manchester City: 150 millones de cláusula de salida o esperar hasta el 2014.


Este jugador es muy rapido para hacer las jugadas tiene un potencial que la mayoria de los jugadores quisiera tener.